Cualquier dieta que es rica en nutrientes, lleno de alimentos sanos que no han sido procesados, químicamente conservados o añadidos a es un buen lugar para empezar.
Las personas con diabetes siempre tienen que ser conscientes del consumo de hidratos de carbono. Los hidratos de carbono se convierten en una fuente de glucosa una vez digerido. Debido a que los diabéticos necesitan para mantener sus niveles de glucosa en sangre estables, la cantidad y tipo de materia carbohidratos.
Los carbohidratos simples se componen de una o dos moléculas de azúcar. Ejemplos de alimentos que incluyen los azúcares simples son el azúcar de mesa, miel, jarabe de arce, miel, jarabe de maíz, mermeladas y jaleas, dulces y bebidas de frutas. Debido a su construcción simple, azúcares simples digieren rápidamente y golpeando el torrente sanguíneo como una explosión, causando picos en los niveles de glucosa.
Los carbohidratos complejos son cadenas de moléculas de azúcar. Ellos digieren más lentamente y tienen menos impacto en los niveles de glucosa en la sangre. Alimentos ricos en fibra son carbohidratos complejos. Su digestión lenta produce una sensación de saciedad y pentagramas de hambre por un período más largo. Los granos enteros, verduras, frijoles, lentejas, guisantes y verduras con almidón son carbohidratos complejos.
A medida que adquiera experiencia en cómo la dieta afecta a sus lecturas de azúcar en sangre, va a obtener una mejor comprensión del efecto de diferentes cantidades y tipos de hidratos de carbono que tienen sobre el nivel de glucosa en la sangre. Usted puede trabajar con su especialista de apoyo para la diabetes o un dietista para desarrollar planes de alimentación para la diabetes que le ayudan a mantener su nivel de glucosa en un nivel estable.
En general, lo mejor es consumir alrededor de la misma cantidad de carbohidratos por comida en el día a día es. Si el desayuno de hoy es de 50 gramos de hidratos de carbono complejos, entonces el desayuno de mañana también debería contener algo cercano a 50 carbohidratos.