Como consecuencia del mal control de la diabetes, se produce una disminución en el riego sanguíneo de las piernas, así como una afectación de las piernas y de los pies (neuropatía); a esto es a lo que llamamos pie diabético.
Consejos generales:
-Acuda periódicamente a su médico para controlar la diabetes y la revisión de sus pies.
-Se debe observar diariamente los pies, buscando cualquier pequeña rozadura, herida o enrojecimiento.
-Haga ejercicio diariamente, durante 1 hora, para mejorar la circulación, en forma de paseos por terreno llano y a buen ritmo.
-No fume, el tabaco estrecha las arterias y hace que el aporte de oxígeno a sus pies sea mucho menor.
-No caliente los pies directamente con una fuente de calor (bolsas de agua, radiadores, mantas eléctricas, etc.). Si tiene la sensibilidad alterada, puede sufrir quemaduras.
-No se siente con las piernas cruzadas ni permanezca de pie en la misma posición durante un tiempo prolongado.